Las primeras noticias de corridas de toros se remotan hacia mediados del siglo XIX, durante las fiestas, cuando se hacía la plaza aprovechando uno de los baluartes del recinto amurallado, aproximadamente en el lugar donde hoy se encuentra el monumento a Carrero Blanco. Como tenía forma de media luna, la otra mitad se cerraba con tablas, dándole la curvatura correspondiente para formar el coso. La barrera se construía con tablas verticales, incluidos los burladeros y a su alrededor se ponían carretones del ejército, a modo de tribunas para los espectadores.
De la primera corrida que se tiene información concreta es de la del 8 de Septiembre del año 1886, presidida por el alcalde German Bravo. El paseillo fue acompañado por la banda de musica del Regimiento de Burgos, de guarnición en Santoña. Toreraron: Tomás Parrondo, "Manchao" y Santiago Torrente "Cucaracha".
De la primera corrida que se tiene información concreta es de la del 8 de Septiembre del año 1886, presidida por el alcalde German Bravo. El paseillo fue acompañado por la banda de musica del Regimiento de Burgos, de guarnición en Santoña. Toreraron: Tomás Parrondo, "Manchao" y Santiago Torrente "Cucaracha".
El proyecto de la actual plaza de toros fue redactado por el arquitecto Mario Camiño y las obras comenzaron en 1903, aprovechando los cimientos del baluarte de La Cruz, no concluido, teniendo como encargado a Leoncio Alonso y como administrador a Agustín Cenacorta. Gracias a las ventajas de disponer de un solar, piedra abundante y determinadas subvenciones municipales se consiguió construir una plaza por un costo muy inferior. El importe de la mano de obra había ascendido a 8500 pts.
La inauguración de la plaza de toros que ahora cumple 100 años, comprendió dos días, el 7 y 8 de septiembre de 1907, formando cartel de los mismos espadas: Antonio Guerrero "Guerrerito" y Castor Ibarra "Cocherito de Bilbao", con sus correspondientes cuadrillas y como sobresaliente, el novillero Luciano Bilbao "Lunares". La ganadería de la primera corrida era de Eduardo Olea, de Sevilla y la de la segunda de Vicente Martínez, de Colmenar Viejo (Madrid).
Como curiosidad podemos decir que los precios de las localidades se establecieron así: en sombra, desde 4 pesetas a 7,50, y en sol, desde 2,50 a 4 pesetas. La entrada del primer día fue floja, debido a que era dia de labor, en cambio, el segundo día hubo lleno.
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