Tuvo dos pasiones deportivas: el remo y los toros. Referente a la última, su afición fue desde niño, cuando acompañaba a su abuelo paterno a ver las corridas en el luego llamado "Coso Marinero". A pesar de su invalidez, toreó en esta plaza en varias becerradas junto a otros aficionados santoñeses contemporaneos.
Fue uno de los fundadores de la Peña Taurina "Serbulo Azuaje", de la que fue vicepresidente más de 30 años, y creador del Círculo Taurino Cultural Santoñés, del que fue presidente muchos años. Fue, así mismo, vicepresidente de la Real Federación de Peñas Taurinas de Cantabria y asesor taurino.
Por los años cincuenta y sesenta, principalmente, movió el asunto de los toros y llegó a apoderar a toreros y a organizar espectáculos taurinos, becerradas y novilladas, principalmente, para los chavales y aficionados.
Hizo también de empresario con la Peña Taurina "Serbulo Azuaje", a lo largo de los años 1961, 1964 y 1966.
Fue, así mismo, el promotor, apoyado por el Círculo Taurino Santoñés, de los encierros de los años comprendidos entre 1984 y 1988, ambos incluidos.
Nunca faltó a las corridas de toros de Santoña, incluso estando ya en silla de ruedas. Durante su larga andadura como aficionado taurino recibió varios homenajes de las distintas peñas.
No se puede hablar de toros en Santoña, sin que salga a relucir toda la labor llevada a cabo por el gran aficionado que fue Benajamin Valle.